En el acta de fundación de Mendoza, consta que Don Pedro del Castillo,
decidido a establecer la ciudad y nombrar su cabildo, dispuso señalar la
advocación de la iglesia mayor, nombrando a San Pedro, a quien tomó
como patrón y abogado de la ciudad.
Se carece de actas capitulares que
den cuenta de cuándo se comenzó a rendir homenaje a Santiago como patrón
de Mendoza de los primeros 5 años, lo cual impide fijar una fecha
precisa. Pero en el acta del 22 de junio de 1566, consta la elección de
Gabriel Cepeda como Alferez Real, a quien se le entregaría el estandarte
y prestaría solemne juramento como era costumbre. En los años
siguientes, las actas consignan que en la víspera de Santiago, el
Alferez recibía el estandarte y prestaba el juramento. Y en 1575, el
acta del 24 de julio hace explícita mención del Apóstol cuando lo nombra
"Patrón de las Españas y a quien esta Ciudad tiene por Patrón y
Abogado". En esa misma acta se hace referencia a la ceremonia del paseo
del estandarte durante los dos días. A partir de la fecha mencionada, la
documentación posterior da testimonio de la reiteración anual de esta
ceremonia como festejo establecido definitivamente.
En Mendoza se postula que Santiago es el escudo ante el problema natural que más preocupa en la provincia: los temblores