Un 17 de septiembre fallecía José Manuel Estrada. Destacamos en su
figura la firmeza ética, la claridad de sus ideas, el fervor para
comunicarlas y sostenerlas, y las páginas escritas sobre la educación de
la juventud, que constituyen fuentes fundamentales de referencias
pedagógicas y de formación moral.
Nació en 1842 y falleció en 1897. Orador y escritor argentino, fue uno
de los fundadores del partido radical.
Fue autor de importantes estudios históricos, entre ellos: “Orígenes de
nuestra raza”, escrito en 1861 y “El catolicismo y la democracia”,
escrito en 1862.
Es importante y necesario que, como él, consideremos que la escuela no
sólo tiene como objetivo la educación informativa sino que se debe
apuntar a una educación integral del ser humano.
Se desempeñó como profesor secundario y universitario, defendiendo la
libertad de cátedra a través de la manifestación de sus ideas.
En 1984 fue destituido de sus cargos por sus ideas contrarias a la Ley
1420, Recibió, ante este hecho, la adhesión de sus alumnos que, al
acudir a su casa en manifestación para homenajearlo y despedirlo, se
encontraron con estas palabras que hoy podemos resignificar y que deben
guiar la acción educadora: “De las astillas de las cátedras destrozadas por el despotismo, haremos
tribunas para enseñar la justicia y predicar la libertad.”
Recordando la figura de José Manuel Estrada homenajeemos hoy con orgullo
a cada uno de los profesores que diariamente se avocan a cultivar el
espíritu de sus alumnos y desarrollar valores morales que guíen sus
acciones.
Valoremos su dedicación y entrega, especialmente en esta época que nos
ha tocado vivir, donde se demanda una capacitación permanente para
actualizar el conocimiento.
Dedicado a todos los que dan la vida por enseñar
Dedicado a todos los que dan la vida por enseñar
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